Glicée
La técnica Glicée permite reproducir obras de arte con mayor precisión de color y resolución que cualquier otro método de impresión Esta técnica consiste en depositar el pigmento en forma de microscópicas gotas “pulverizando el soporte”. Con esta técnica se consigue gran detalle en las formas, pudiendo además producir tramas, patrones y tonos continuos.
El resultado, son obras de Bellas Artes de altísima calidad, utilizando tintas que ofrecen una permanencia de la imagen de varios cientos de años, ya que la calidad de un Glicée , supera lo realizado con procesos tradicionales y así lo han reconocidos los diferentes círculos profesionales.
Miles de fotógrafos, pintores o dibujantes utilizan esta técnica para sus obras y así, museos, galerías, coleccionistas, editoriales de arte de todo el mundo, exponen, comercializan, atesoran y difunden obras a color o blanco y negro con esta tecnología.
¿Qué es Fine Art Glicée?
El mundo de las imágenes ha ido transformando sus formas de manera drástica desde que en 1991 apareció por primera vez el término Glicée para denominar lo que se conoce también como impresiones Fine Art. Todo un concepto innovador en el que se relacionan de manera absolutamente perfecta la tecnología, el talento humano y recursos de altísima calidad para producir obras de arte.
Glicée . Un Término Francés
Glicée, término Francés, es una técnica de impresión de imágenes cuyo nombre proviene del verbo glicer, es decir, rociar. Consiste en verter el pigmento en forma de microscópicas gotas, pulverizadas sobre el Lienzo o el Papel de manera continua tal y como funciona un rociador aerosol a alta presión.
A diferencia de lo que ocurre con la mayoría de impresoras de tinta continua, que sueltan cantidades reguladas de tinta solo cuando son necesarias, en el proceso Glicée, la tinta se agrega al soporte de forma milimétrica y bajo alta presión, gracias a un sistema de vibración con piezas de cristal piezoeléctrico. En este proceso, las gotas de tinta reciben una carga eléctrica específica de modo que, aquellas que no se necesitan, son descartadas de manera electroestática hacia un sistema de recolección de desperdicios que no interfiere con el trabajo de impresión.
Este sistema que, como todo lo tecnológico, requiere una precisión que parece milagrosa, obtiene reproducciones que son de una nitidez imposible de pensar bajo otro patrón de trabajo. De ahí que sea tan preciado como método de trabajo. Gracias al uso de tintas y papeles especiales, propios de la técnica, los trabajos Fine Art están garantizados para perdurar casi eternamente.
Las Maravillas del Glicée
Una de las maravillas del Glicée es su idoneidad para capturar los precisos detalles de las formas. Aunque se aúnen otros medios para ello. Sin técnica del trabajo Fine Art, ciertos bordes, tramas y patrones que definen la imagen, no pasarían al papel de forma tan precisa y, el tono continuo, sobre todo en tonalidades grises o difuminadas, no sería tan exacto.
Además Fine Art es un término directamente asociado a papeles o lienzos de altísima calidad. No se trata de una etiqueta vacía, el papel o el lienzo sobre el que se trabaja en Fine Art tiene que responder a criterios de calidad muy propios y muy específicos. Hablamos de papeles o lienzos cuya composición difiere bastante del papel fotográfico normal, está formado por fibras naturales, mayormente algodón o alfacelulosa, no se ha blanqueado artificialmente con cloro, posee un PH neutro y un tratamiento especial que es lo que garantiza la permanencia de la obra.
Historia de la impresión Glicée
Jack Duganne, experto en el área de impresiones y jefe del departamento de Fine Arts de Nash Editions, creó el neologismo Glicée para denominar esta peculiar forma de imprimir imágenes. En 1991, se dio cuenta que hacia falta diferenciar perfectamente los tipos de impresión que se manejaban a partir de las famosas impresoras Iris, que ya habían acuñado el término Iris Proof para un tipo de impresión de alta calidad, que consideraba en realidad una prueba de imprenta antes de que el trabajo fuera ordenado de forma masiva.
A Mediados de los Años 80
Dos empleados de Applicon, la empresa líder en el área, crearon Iris Graphics, Inc., y en ellas sus impresoras Iris, las cuales rápidamente se convirtieron en el medio más indicado para la reproducción de obras gráficas sobre diferentes soporte: papel, lienzo, seda, lino. Fue muy bien acogido por especialistas, fotógrafos, artistas e incluso ingenieros de color, ya que ciertamente estaban ante un sistema capaz de producir imágenes de alta calidad y gran definición de color, al punto que fue seleccionada por Davis Coons, el ingeniero de color de Wall Disney Company, para las nuevas imágenes en 3D de los estudios Disney.
Un Dato Interesante
Fue Conns quien escribió el manual de impresión para trabajos tan importantes como la serie de Sally Larsen “Transformer” editada en 1989 y para una exposición, en 1990, de Graham Nash de súper grupo “Crosby, Stills and Nash”. Nash es un coleccionista de fotografía y un fotógrafo publicado, quien quedó tan impresionado con la calidad de las reproducciones de sus obras presentadas en la exposición, que invirtió 126 mil dólares en una impresora Iris y fundó “Nash Editions”, lugar en el que Duganne dio el nombre de Glicée al trabajo que hacían.
Muy probablemente , sin el riesgo de esos dos empleados de Applicon, la visión Graham Nash y los conocimientos de Jack Duganne, la posibilidad de contar con imágenes cuya nitidez y color sean exactamente los que el hombre ve en su mente, antes de atreverse a plasmarlo en papel o lienzo, no existiría.
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